ILUMINACIÓN Y CÁMARA 2 - CÁTEDRA VALANSI - 2020
Si traducimos de manera literal la palabra Okina, significa Anciano de la barba blanca. Siendo este anciano una de las figuras más representativas y pretéritas del más allá. Esta máscara es usada en la obra única que combina danza y ritual shinto, y dentro del escenario representa sabiduría y experiencia. Considerada por muchos especialistas como la primera obra de teatro Nō, aunque es un género en si mismo por no poder compararse a ninguna otra obra. En esta representación hay un juego dual entre la luz y la oscuridad simbolizado en el Yin y el Yang, que tiene como resultado el desdoblamiento del personaje principal en Okina blanco y Okina negro.
De esta manera apuntamos en la productora a ir creciendo en conocimientos y experiencia dentro del ámbito audiovisual. Estar siempre con una visión más allá de lo manifiesto, combinar vuelo de la imaginación con técnica. Para poder llegar a crear un género propio, una marca que nos identifique. Pero sabemos que no es un camino lineal, sino que dentro de nuestros aciertos habrán imperfecciones y dentro de nuestras imperfecciones habrán aciertos. No somos un producto terminado, pero tampoco apuntamos a serlo, ya que se sigue aprendiendo a lo largo de toda nuestra carrera.
Así como el Okina es uno de símbolos más representativos del más allá, de esta manera queremos que sea nuestra visión. Llegar a un punto de poder ver con otros ojos, ver lo que otros ignoran.